martes, 11 de octubre de 2011

MIENTRAS LLEGAS


El sábado pasado fuimos a conocer a Damian, el primer hijo de unos amigos, ahí frente a tan pequeña criatura me sensibilice mas de lo que estaba hace ya varios días, a decir verdad meses.

Lo que sucede es que de un tiempo a esta parte, es que el deseo por ser padre ha crecido mucho en mí. Tan así que con solo pensarlo brotan lágrimas en mis ojos, por que siento muy adentro de mi esa necesidad de que un pequeño ser llegue a mi vida y resignifique mi mundo, volviéndolo mas alegre, colorido, lúdico.

Tener un hijo es una gran responsabilidad que aun teniendo las ganas y la capacidad para afrontarlo, no puedo asumir por que aun sigo en la búsqueda de un lugar donde vivir y doy los últimos pasos en mi pareja para afrontar la convivencia.

Se que en un par de años llegaran, las noches en que me despierte a ver que esta todo bien, las enseñanzas mediante juegos, lo momentos de ver dibujos animados, la crianza, etc.

Pero mientras eso se vuelva realidad, les cuento lo que escribe hace un tiempo ya

“durante años me dije que si la vida no me da hijos me dará muchos sobrinos. Y aunque se que en unos años hijos llegaran por que estoy felizmente en pareja en ese mientras tanto la vida me dio una sobrinita cosa que yo no sabia hasta ayer, hasta que la hija de Celeste ( amiga)  me dijo Tío y me desarme por ser  elegido ya que no guardamos vinculo sanguíneo”

3 comentarios:

  1. Es verdad lo que dices un hijo es una gran responsabilidad, seguro llegara cuando sea el momento. Un abrazo

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  2. como todas las decisiones importantes, los pros y contras se sopesan a a diario

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  3. Siempre he dicho que: Todos quieren ir al cielo pero nadie quiere morirse; y que, nunca se tiene tiempo para hacer un hijo, pero sí para tener relaciones sexuales. La decisión de procrear conlleva -¡o habría de conllevar!- la enorme responsabilidad de conducir por los caminos correctos a una nueva vida. Ser sabios.
    Un abrazo.

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